Víctor Salas
El título del libro de Luis Alberto Rivas Aguilar, La Voz de Yucatán desde Mérida, es elocuente, genuino y real. Todo yucateco, desde distintas programaciones, tenía a esa radiodifusora anclada en sus partes sentimentales, en los arcones de sus recuerdos, en grandes segmentos de sus pláticas cotidianas. Recuerdo un fragmento de una canción de Cheto y Chela que decía más o menos así: “¡XE- EFE- CE, XE EFE -CE, aquí estamos Cheto y Chela, hoy la vamos a pasar…”. Así como ese programa, cuya cualidad era aumentar las vivencias y experiencia de una sociedad, hubieron otros muchos que causaban necesidad de los radioescuchas.
El sentido radial del slogan “Yucatán desde Mérida”, es maravilloso, descriptivo y definitorio. ¿Qué sucede al utilizarlo cómo título de un libro? Es dar una idea panorámica de diversos acontecimientos citadinos o urbanos que tuvieron repercusión en muchísimos rincones de nuestra entidad.
El libro, según se dijo, es una recopilación de textos de amigos de Don Luis Alberto Rivas Aguilar y aborda no sólo la historia de la radiodifusora, es un libro de imágenes, iconográfico, tiene mucho material fotográfico y entonces la dimensión documental enriquece al texto y nace otra historia que ensancha a la primera, ya que observando figuras, rostros, vestimentas, personajes, peinados, sombreros, construcciones arquitectónicas, uno las volantas de la imaginación y llegan las reminiscencias, la constelación de embelesos y el humus de la nostalgia.
Se dijo que el libro no se comercializará, es decir, se piensa hacer con él una especie de libro de colección privada, pero ahí mismo se propuso, que debido a su importancia, debería de servir hasta de texto para la gente que estudia comunicación.
Si parte del libro es la historia de la propia familia Rivas, eso sólo significa la unicidad existente entre patronímicos y actividad profesional. Los álbumes familiares reconstruyen épocas. Esa es su virtud.
¿Qué significado tienen las letras de la radiodifusora? Esa pregunta, con seguridad, ha estado en la lengua de millares de personas. ¿Habían tenido respuesta correcta? ¿No? ¡Pues ahí les va! XE eran las siglas que la Secretaría de Gobernación había designado para las ondas radiales de la zona nuestra. El secretario en turno dijo al abuelo de Don Luis que las letras restantes las propusiera él. El abuelo Rivas había conocido la estación de radio instalada por Felipe Carrillo en la Casa del Pueblo y que había desaparecido después de su asesinato. Había admiración hacía Felipe Carrillo por parte del empresario de la radiodifusión yucateca, así que la EFE y la CE, significan FELIPE CARRILLO.
Al inicio de la ceremonia de transmitió un video donde se cuenta, en corto, cómo se realizó y por qué se realizó tal obra.
En el presídium estuvieron Enrique Rosado, Periodista; Laura Castro, conductora de TV y Gaspar Gómez Chacón, empresario editorial y responsable de la impresión de la obra.
Ivonne Ortega es una caja de sorpresas, para mí. La espontaneidad de la que hace gala produce un embrujo popular tan eficaz que sus acciones se convierten en cuchicheo generalizado: “¿ya la viste?” “¿mírala dónde se sentó?” “¿Y, por qué no adelante?” ¿Será qué así estaba programado? En efecto, la Gobernadora llegó y ocupó un lugar en la cuarta o quinta fila entre el público invitado, que colmó el salón III del Centro de Convenciones.
Ivonne Ortega dejó las cosas en su contexto, y eso es plausible. La comunicología, entre los feligreses de la comunicación, pues la reunión era para presentar una obra escrita por Luis Alberto Rivas Aguilar. Ahí estuvo. Y sólo abandonó el evento porque tenía otro compromiso.
Luis Alberto Rivas tiene el horizonte histórico de la radiocomunicación entretejido a su persona, apellido y linaje. La Radio de Yucatán y la familia Rivas tienen una relación indisoluble en la transmisión de la “voz que viene de lejos”, para definirla en palabras de Felipe Carrillo Puerto. Esto se ha convertido en interés por parte de las nuevas generaciones de comunicólogos que se encuentran interesados por conocer lo que surge de la familia Rivas. Prueba de lo anterior la sala III del Centro de Convenciones estuvo atestada de amistades que lo quieren y respetan. Ahí sentaditos: pioneros de la radio, locutores, periodistas de nuevas generaciones e interesados en el conocimiento del pasado portentoso de ese Yucatán que es piel propia de Luis Alberto Rivas.
Parte de los textos implicados en el libro pertenecen al maestro Roldán Peniche Barrera, acucioso historiador nuestro y colaborador de POR ESTO!, y de su hermano Hugo Peniche Barrera.
Cultur tuvo bajo su responsabilidad brindar el espacio adecuado para todos los asistentes, la logística –que de eso saben cocer muy bien las castañas-- y la bondad de las efervescencias vinivitícolas y las viandas
Fuente:
http://www.poresto.net/ciudad/43203-la-voz-de-yucatan-desde-merida
via Yimber Gaviria, Noticias de la Radio
http://yimber-gaviria.blogspot.com
sábado, 4 de julio de 2009
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