viernes, 11 de septiembre de 2009

Revista Radio World: "Comunitarias parecen ser secundarias"

La Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica (ALER) celebró en Quito, Ecuador, su asamblea general y la elección de nueva junta directiva. En la actividad fue electo como director segundo, el guatemalteco Víctor Hugo Herrera, secretario ejecutivo de la Federación Guatemalteca de Escuelas Radiofónicas (FGER) quien conversó con Mario Rivero Nájera sobre las perspectivas de la región y del espinoso tema de la usurpación de frecuencias.
Radio World: ¿Qué significa para Centroamérica ser parte de la junta directiva de ALER? Víctor Hugo Herrera: La federación se encuentra en un buen momento para asumir esa responsabilidad y nuestra representación la identificamos desde la región, es decir México y Centroamérica, en función de realizar un trabajo amplio, orientado a la articulación de acciones que aborden el tema de los monopolios y una serie de limitaciones por las que atraviesan los medios comunitarios.
RW: ¿En otras ocasiones FGER ha formado parte de la directiva de ALER?Herrera: En 1983 estuvimos representados por Herminio Pérez. La federación, como fundadora de ALER, ha sido socia activa que trabaja sobre la base de derechos y responsabilidades de las afiliadas.
RW: ¿Hacia dónde estará orientado en la región el trabajo de las redes de ALER?Herrera: Hacia políticas públicas que tengan que ver con el derecho a la comunicación, como libertad de expresión, derecho a la información y libre emisión del pensamiento, que atraviesan realidades vinculadas al ejercicio periodístico, derechos laborales y políticos, como el libre acceso a la información pública, recién aprobado en Guatemala.
RW: Las radios comunitarias continúan siendo una brasa caliente en Guatemala, ¿cómo analiza esa problemática?Herrera: Es un tema bastante complejo que se viene trabajando desde hace tiempo y que cada vez se complica más ante la falta de voluntad política para darle una respuesta efectiva. En Guatemala tiene todo un entorno de efervescencia, a causa de las 1.000 radios que han surgido luego de la firma de los acuerdos de paz.
RW: ¿Qué propuestas puede hacer ALER ante esta problemática?Herrera: ALER siempre ha tenido una visión de acompañamiento y está dispuesta a atender el llamado que cada uno de los países pueda hacer en función de asesorar y dar toda la atención posible para abanderar esas luchas.
RW: A nivel de la región, ¿cuál es el país con mayores dificultades en el tema?Herrera: Hace cuatro años se hizo un estudio sobre los marcos regulatorios de Centroamérica con el fin de profundizar en las condiciones legales y posibilidades reales que tenían los medios comunitarios para poder acceder a espacios. Nos encontramos con que para todos los casos se repite el tema de los monopolios. En ese sentido, como región, hay un esfuerzo que hay que acompañar y definir, porque en todos los países las realidades son diferentes. El tema de los monopolios es transversal.
RW: En Guatemala se mantiene una campaña que ha criminalizado el tema de las radios comunitarias ¿qué opinión tiene de ello? Herrera: Considero que la situación se salió de control, que no hubo un tratamiento adecuado con la creación de leyes específicas para el entorno de las radios comunitarias. Los acuerdos de paz marcaban una agenda, una ruta, que se complicó por diversos intereses vinculados a lo económico y lo político. A ello se suman los abusos en que han incurrido las asociaciones de radios comunitarias, que van desde cobros indebidos y títulos falsos hasta usurpación de frecuencias. Eso ha complicado el tema, y las autoridades adolecen de falta de voluntad política.
RW: ¿Considera que la Cámara de Radiodifusión ha sabido llevar el conflicto?Herrera: La Cámara de Radiodifusión ha fallado en el manejo de la crisis, porque ha participado en campañas conjuntas con las redes comunitarias y ha provocado un nivel de confrontación entre las radios evangélicas, comunitarias y comunitarias comerciales. Tal situación ha hecho más complejo el problema y no se puede dejar de interpretar la necesidad de las comunidades de contar con medios de comunicación, sobre la base de la pertinencia cultural y los derechos humanos.
RW: Según la fiscalía, hay más de 50 procesos abiertos y personas procesadas por hurto de frecuencias, ¿qué opina de eso?Herrera: La complejidad del problema ha causado en las comunidades la exploración de iniciativas donde utilizan frecuencias de radios privadas, educativas y religiosas, que provocan interferencias. Nueve radios de FGER son objeto de interferencias. Eso marca un proceso de conducta, condena, denuncia, incriminación y decomiso de equipos que vincula al Ministerio Público (fiscalía) y a la Superintendencia de Comunicaciones.Por eso, insisto, mientras las autoridades no hagan las reformas y los cambios para la propuesta específica de una ley, difícilmente vamos a resolver el problema. Nos encontramos ante un escenario en el que cada vez surgen más radios y cierran más radios.
RW: ¿Hacia dónde cree que va esta situación?Herrera: Estamos en una situación mucho más difícil y compleja, por el mismo entorno en que se desenvuelve nuestra realidad. Hay intereses manifiestos dentro del mismo marco de la radiodifusión local expresados en el segmento de las redes que ha bajado su presencia y liderazgo en torno a la propuesta.No estamos como hace cinco años, cuando había más protagonismo, más acción, más propuesta. El mismo gobierno no tiene la voluntad de darle una mirada al problema, por el costo político que eso representa y por la diversidad de problemas por los que pasa. En el orden de sus prioridades, el tema de radios comunitarias pasa a ser secundario para el gobierno.
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Fuente: http://radioworld.com/article/86790




tomado de diexismo venezolano.

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